Un año más los familiares y amigos de Diego Salvá y Carlos Saénz han rendido homenaje a los dos guardias civiles, que se convirtieron en las últimas dos víctimas mortales de ETA en suelo español el 30 de julio de 2009
El aumento en la incidencia por covid-19 de los últimos meses ha provocado que el acto conmemorativo tuviera lugar un mes más tarde de lo habitual. El número de asistentes también se ha visto modificado por esta situación, y por ello el aforo ha sido limitado.
Unos treinta allegados a las víctimas han guardado un minuto de silencio en su memoria. Al acto han asistido autoridades de la comunidad autónoma tales como la presidenta de Govern, Francina Armengol; la presidenta del Consell Insular, Catalina Cladera; la delegada de Gobierno, Aina Calvo; y el alcalde del municipio de Calviá, Alfonso Rodríguez; entre otros.
Rodríguez ha sido el encargado de dedicar unas palabras en honor a los homenajeados. “Es inevitable sentir un ‘pinchazo’ en el alma, como cada año en este fecha y lugar”, ha lamentado haciendo referencia a la calle Diego Salvá Lezaún, dónde se ha celebrado el evento. “Nunca es fácil perder un ser querido, y mucho menos si te lo arrebatan”, ha empatizado. También ha recordado cómo se consiguió doblegar a ETA utilizando la ley “como arma”, y la democracia “por bandera”. Para finalizar su intervención, ha dedicado a Diego y Carlos unos versos de A José María Palacio, del poeta andaluz Antonio Machado.
La presidenta Armengol, junto a los padres de Diego Salvá, ha realizado una entrega floral en el altar de los difuntos. También ha aprovechado para recordar que "todavía esperamos poder hacer justicia con los que los asesinaron", ya que aún no han sido condenados los culpables. Para finalizar, con el himno de la Guardia Civil de fondo, los agentes de la institución han realizado el saludo militar. A pesar de la lluvia y las restricciones, el evento se ha podido llevar a cabo con relativa normalidad.